Inicio este blog, siendo consciente de que no ofrezco nada
nuevo. He podido encontrar numerosas páginas, hablando sobre el Camino de
Santiago. Todas ellas con un denominador común: El Camino no deja indiferente a
nadie.
El fin de esta bitácora, es plasmar mi propia experiencia,
aquello que día a día , etapa a etapa, iré descubriendo en la ruta Jacobea.
El Camino apareció en una noche de insomnio del pasado mes
de septiembre. Los breves instantes en que era vencido por el sueño, se me
presentaba el reto de emprender, esta ruta que tantos peregrinos han recorrido
desde el S.IX. Cuando se acepta el
desafío, uno siente que ya ha quedado atrapado, por el encanto de una senda en la que innumerables personas, han ido al
encuentro de lo que el Camino les ofrecía.
Durante este tiempo de preparación, me he alimentado del
testimonio de muchos . Sus consejos, sus temores, la alegría del encuentro, y
del compartir. La espiritualidad, las dudas, las decepciones, promesas y
penitencias, súplicas y agradecimientos. Cultura, arte y naturaleza, admiración y
contemplación. Lucha y abandonos, dolor y gozo…
No sé lo que me espera en el camino. Tengo que confesar también mis temores. Las
posibles ampollas, el desaliento, el cansancio,los dolores, la separación del
resto de la familia durante 30 días, las incomodidades…, pero qué es el Camino,
sino una metáfora de la vida, donde tanto se puede meditar.
Creo realmente lo
que muchos me han dicho: “El Camino empieza cuando decides realizarlo” ahí se
dan los primeros pasos, y ya solo queda seguir…seguir…, seguir…
Salir de ti, de tus
debilidades, de tus miedos y complejos, del dolor por tus errores, de las
seguridades que has implantado en tu vida. Salir, para poder mirar con ojos
nuevos las cosas, a los demás y a Dios. ¡Vivir como peregrino toda tu vida!
Me llevo un diario donde escribir lo vivido en cada etapa. A
mi vuelta trasladaré cada una de mis páginas a este blog, esperando que mi
testimonio también ayude a otros.
Voy a desearme a mi mismo, lo que pronto se va a convertir en
algo muy familiar:
¡Buen Camino!