29/8/12

Diario - 1ª etapa


Pues llegado a este punto, voy a ir trasladando de mi blog de notas, a mi blog virtual ,el diario, de lo que hemos vivido en nuestro primer encuentro con el Camino de Santiago.

7 agosto 2012

La noche anterior necesitamos la ayuda de un somnífero, para poder dormir. Nuestros nervios estaban a flor de piel. Toda la tarde nos la pasamos revisando el material y deleitándonos en las imágenes que por internet encontrábamos sobre el Camino.

A las 6,30 h. nos levantamos, llenos de ilusión por la aventura que nos espera. Salimos de casa a las 7.15 h. Un tren de cercanías nos lleva hasta la estación de Barcelona Sants. Cualquiera que lleva una mochila de nuestro tamaño, es fichado por nosotros, como peregrino hacia Santiago, y posible compañero en la ruta, así que nos lo pasamos muy bien, creando encuentros y conversaciones ficticias. Algunos resultaron ser verdaderos peregrinos, que fuimos encontrando en nuestras etapas.

A las 9,30h. el tren se pone en marcha. Alicia y yo hacemos una pequeña oración e invocamos la asistencia de los ángeles custodios. Destino: ¡Pamplona!

Alicia me comenta que ha dormido poquísimo, así que aprovecha las cuatro horas que nos quedan por delante, para dormirse. Tiene frío, a causa del aire acondicionado. El polar se encuentra en su mochila, pero mejor no molestar al resto de pasajeros, intentando encontrarlo. Atina con una solución. Mete los brazos dentro de la camiseta. Ahora sí; logra dormirse. Lo hace en posturas que a mí , me resultarían imposibles. Me gusta tanto la escena, que le saco algunas fotografías.



Nos sorprenden los mensajes de aliento, que a los dos, nos llegan a través de los móviles. No puedo aguantar la emoción. ¡Menudos amigos tenemos, vaya detallazo!...

A las 13.40h. llegamos a la estación de Pamplona. Allí nos espera Elsa. Ella es una lectora de mi blog Siete en Familia (enlace). No la conocía, aunque alguna vez me envió algunos e-mails para comentar  mis entradas. En cuanto supo que hacía el Camino y llegaba a Pamplona, se ofreció a llevarnos a Roncesvalles.

Para llegar a Roncesvalles desde Pamplona hay dos opciones. Coger un taxi , donde tienes la oportunidad de reservarlo on line (taxi San Fermín) http://www.taxipamplona.com/ , por si quieres compartirlo y que te salga más barato . El precio hasta Roncesvalles es de 50 euros.

La otra opción es coger el bus. Tambiéns e puede reservar on line(autocares Artieda) http://www.autocaresartieda.com/?scc=roncesvalles El inconveniente es que solo tiene dos salidas al día. A las 10 de la mañana y a las 18 h. El trayecto dura una hora y diez minutos aproximadamente. Cuesta  6 euros.

Elsa ha sido muy generosa ofreciéndose a llevarnos. Durante el trayecto, aprovechamos para conocernos un poco mejor. Al llegar a Roncesvalles, nos hacemos una de las fotos ,que casi todo peregrino ,quiere incluir en su reportaje: “Santiago de compostela 790 Kms.” La ilusión, la alegría y unos cuantos nervios, hacen que vivamos un momento mágico.



Nos dirigimos a la colegiata de Roncesvalles, donde se encuentra el albergue de peregrinos. Allí se adquiere la credencial para el camino. Nosotros ya la teníamos, porque en el Monasterio de Montserrat (Barcelona), también la facilitaban, así que un día de excursión, aprovechamos para conseguirla y obtener nuestro primer sello del Camino. 

En el albergue, nos sellan nuestro paso por Roncesvalles. Es el primer encuentro con  los peregrinos. Hay cola para la credencial, ello nos sirve para ir comprobando el origen de los caminantes. Oímos hablar en alemán, inglés, francés, polaco y sobre todo italiano, creo que es el grupo más numeroso. Los sentimientos ante tanta riqueza lingüística, me trasladan a mis años en Roma. El día no para de darme emociones.

Una vez con la credencial sellada, nos  dirigimos hacia el Hostal La Posada. Un buen sitio para descansar. Reservamos plaza para la cena con el menú del peregrino y dormimos una larga siesta, con la intención de visitar Roncesvalles por la tarde.
Pero esa visita queda para otro día.

25/8/12

Compartiendo


Hablaba en mis anteriores post, de la sorpresa que me deparó el Camino de Santiago .Encontrarme con un antiguo compañero de clase, de mi etapa escolar, en la primaria, fue motivo de asombro, para todos los que nos vimos involucrados en el descubrimiento. Nosotros dos, nuestros hijos y acompañantes.

Me he preguntado muchas veces  ¿porqué en nuestras vidas nos cruzamos, con determinadas personas y no otras? Y siempre encuentro la misma respuesta, que me satisface: ¡Tenemos algo que compartir, algo que aportar y recibir! En este caso, debo confesar que  lo  obtenido, ha enriquecido enormemente mi visión sobre el Camino.

Creí reconocer a mi amigo al entrar en una tienda, a comprar víveres, para la etapa del día. Se lo dije a mi hija, quien incrédula me dijo: “Ala papá, no puede ser”. Estaba  claro que debía lanzarme a preguntarle, sobre su identidad. La última vez que lo ví, tenía 14 años, ahora 50.

Ante mi pregunta, observé una cara de sorpresa , al escuchar, que alguien extraño en ese momento, pronunciaba su nombre.  Cuando me presenté, enseguida supo situarme, y todos quedamos estupefactos ante la escena.

Compartimos las siguientes etapas, durante algunos trayectos, que nos permitieron ponernos al día, y como siempre ocurre en estos casos, uno descubre, que el rumbo de su vida, ha tomado un sentido muy distinto, al que imaginaba en la niñez.  Pero quiero centrar nuestro encuentro en el Camino.

Él era todo un experto.Le he pedido que  me escribiera, lo que me contó, sobre la visión personal que tenía del Camino. Cuando me lo explicaba, entre Pamplona y Puenta La Reina, quedé impactado, por la forma tan sencilla y a la vez profunda, en que alguien es transformado por el Camino. Así que me callo y dejo parte de lo que me ha escrito.

“Decidí ir al camino, después de cerrar una etapa personal muy dura para mí. Decirte que  la persona que llegó a Santiago, después de 30 días, no tenía nada que ver con la persona que salió de Roncesvalles. Cambié muchos valores y aprendí mis lecciones de vida que después, apliqué a la vida real.

Lo que aprendí, y lo que adquirió mayor importancia para mí, era, que debía vivir siempre, en el tiempo presente, olvidándome del pasado y sin pensar en el futuro. Tal como te comenté, yo entiendo el camino de esta forma:

Los primeros diez días, son físicos, nuestro cuerpo no está acostumbrado a caminar, una media de 25 km diarios, con una mochila a la espalda. El cuerpo se queja, quiere su cama, su sofá, sus comodidades. Te salen agujetas, te duele la espalda, etc. La geografía nos acompaña, sin contar la etapa de Sant Jean a Roncesvalles, que es durísima; después, toda la bajada de Roncesvalles a Pamplona, la subida del Perdón y bajar, etc.

Cuando llegas por Santo Domingo de la Calzada, tu cuerpo ya se ha acostumbrado a la marcha diaria, y entonces, entras en la segunda fase.

Fase emocional, donde yo trabajé mucho, mis emociones. Mis miedos y mis alegrías. Ya sabes que caminamos en silencio, y entras como en un estado de meditación. Me pegué un buen lote de llorar y de vaciar “mierda” acumulada, desde hacía muchos años. Me cabreaba por las injusticias, que según yo, me había traído la vida, etc. Fue una experiencia maravillosa, porque me liberé de todo, es como si lo hubiese tirado a la basura, y como si volviera a nacer.

Geográficamente, sería hasta llegar a León, hemos atravesado Castilla, con sus grandes extensiones de campos y sin referencias donde distraerse, donde te obliga a mirar a tu interior, si o si.

La tercera fase es para mí, espiritual, te quedas como conectado con todo el universo, todo fluye, y desarrollas unas percepciones fantásticas. Hablas con el universo, con Dios, o con quien creas, y tienes respuestas, respuestas a tus preocupaciones, etc.

Geográficamente desde León hasta Santiago. Muy, muy importante, el momento de la Cruz de Hierro, donde no sé si sabes, que se acostumbra a tirar una piedra, como símbolo de tu transformación.

Yo, mi primer camino, lo hice en invierno, donde no hay nadie, y no es como ahora que está lleno de peregrinos. Eso comporta, que estás mas solo, y que trabajas, más a fondo”

Lo dejo aquí. A mí, mientras me llevaba a un ritmo que no era el mío, y que luego me pasó factura, me dejó material para meditar durante todo el día. Aún hoy, sigo profundizando en tan rica experiencia.Realmente el Camino, te habla... ¡Gracias amigo!

22/8/12

Físico, adaptación


Como ya escribí el día que inicié este blog, son muchas las páginas, que podemos encontrar en la red, hablando del Camino de Santiago. Información, consejos, opiniones, imágenes, compras… Todo, para invitar a otros,  a embarcarse en una ruta, que  ha cautivado a miles de peregrinos desde sus inicios.

Pocos han sido los días que he podido disfrutar de ese Camino en mi sueño. Un Camino, que pretendía llegar a la tumba del Apóstol, en treinta y un días, y que ha tenido que conformarse con seis, para recorrer las primeras etapas : desde Roncesvalles a Logroño. Y esa, es la primera sorpresa que me ha deparado la ruta Jacobea.  Tú planeas, pero Otro decide…

Expresaba en un post anterior, la motivación de mi peregrinaje: La búsqueda de una reconversión espiritual, motivación que he visto, acompañaba  a la mayoría de peregrinos que he encontrado en estas jornadas. Unos con la claridad del reconocimiento de un Dios que les ama y les muestra su voluntad, otros con un vacío, que les empuja a intentar encontrar a ese Dios, que han visto en los demás, otros con la necesidad de reencontrar tantas cosas perdidas, tanta insatisfacción en lo material de esta sociedad…


Me comentaba un peregrino experto: “yo he recomendado el camino a gente que ya buscaba al psiquiatra , y me lo han agradecido”. Es verdad también, que algunos no buscan nada, simples retos físicos , que les saque de su rutina, y donde la vanidad del éxito obtenido, ante las dificultades de la ruta , alimentan su ego triunfalista. Sea como sea, estoy convencido que a unos y a otros el camino no les deja indiferente.

que me toca llegar a la tumba del Apóstol, a través del Camino, de forma  más pausada y tal vez a lo largo de muchos años (aunque ya la he visitado anteriormente). Pero quiero dejar constancia, de mi experiencia personal, en este blog. Y hago hincapié en lo de “experiencia personal”.

Cuando mi esposa estaba embarazada de nuestro primer hijo, creo que devoré todos los libros que por entonces se publicaban, sobre “ser padres”, hasta me compré una de esas colecciones enciclopédicas, que antes se vendían a domicilio. Nunca llegué a utilizarla. Y todos los libros leídos sobre el tema, quedaron prontamente colocados en mi librería, para no ser abiertos en muchísimo tiempo. Y es que no hay nada, como la experiencia personal, ante cualquier acontecimiento que la vida nos ofrece. Los consejos, nos ayudarán, lo que otros han vivido, nos guiará, pero la vivencia, las emociones, los sentimientos, eso nadie podrá enseñárnoslo. Por eso hablo de mi “vivencia personal en el Camino” . Lo que yo he sentido en los pasos dados.

Lo primero que me viene a la mente, y que dije a mi familia nada más llegar, fue: “No me lo esperaba así”. Por mucho que leí, por mucho que me hablaron los que antes que yo , atravesaron el camino, por mucho que lo imaginé, no logré hacerme una idea real de lo que me he encontrado.

Como voy a ir escribiendo sobre distintos aspectos del Camino, me centro hoy en lo físico. Y comenzaré hablando, de uno de los consejos que me dieron, y que encerraba toda razón. Agosto, no es el mejor mes para emprender esta empresa. El calor, añade un plus importante de dificultad, en este reto.  Y aún más, si te pilla una ola de calor, con temperaturas de 41 grados, caminando cargados, con una mochila de 8 kilos a la espalda, y en etapas donde es difícil encontrarte, con una sombra donde descansar. Así por ejemplo, el trayecto de Pamplona a Puente La Reina , con un recorrido de 23,89 km., tuvo una duración de casi nueve horas  caminando.  Ya explicaré más detenidamente esta jornada en un post posterior.

El calor afecta también a los albergues, donde en el mes de agosto se encuentran abarrotados, no hay aire acondicionado, ni ventiladores, ni aire fresco que entre por una ventana abierta. Así, el descanso en ellos, resulta realmente muy difícil. Sin hablar de las manías, o de alguna que otra grosería de algún “peregrino” poco civilizado,  que desconoce la palabra respeto.


Luego está el camino. Hablas con los que no lo han hecho ,y se imaginan una senda , donde solo hay que ponerse a caminar, pero resulta que esa vereda, está llena la mayoría de veces, por piedras, rocas, chinarros, barro, empinadas y bajadas que  te hacen entender a la perfección, el término “rompe piernas”, que suelen utilizar los ciclistas.

El Camino es duro, al menos lo ha sido para mí, he tenido momentos de mucha dificultad para llegar a la meta de la jornada. La sed insaciable, el dolor de pies , rodillas, piernas, hombros y cervicales, hacían muy  largo el recorrido y el desaliento enseguida se apoderaba de mí. Pero según los expertos, eso es lo que toca en los primeros días de camino. Y con su consejo me quedaba para proseguir.

El amigo encontrado de mi infancia, y gran experto en el Camino, me habló de las tres etapas en las que él, divide el Camino, para quien lo hace en treinta días : “ Los diez primeros, son los de la adaptación del cuerpo , los diez siguientes, son los de la interiorización, donde uno se topa con sí mismo, y las inevitables preguntas que surgen, en ese encuentro,  y los últimos diez , son los de los valores humanos y espirituales, que uno ha descubierto” Me encantó esa división de etapas. Hoy lo dejo aquí.

17/8/12

118 kms


Los que me siguen por facebook, son los que se han enterado hace unos días, que nuestro camino a Santiago terminó en Logroño. No ha podido ser hasta la tumba del apóstol. ¡Otra vez se intentará!

Cuando llevábamos 118 kms recorridos, Alicia y yo nos lesionamos. Mi pie izquierdo, sufrió una metatarsalgia dolorosísima, que me impedía apoyarlo en el suelo. Mi hija, sufría las ampollas en uno de sus pies y sentía que no podía seguir, aunque no quería comunicármelo para no disgustarme.

Descansamos un día, pero el dolor continuaba y era muy agudo, con lo que se puso fin a nuestra aventura. Tras tomar la decisión de volver, sentimos durante unas horas, el peso de la pena, y una tristeza silenciosa se instaló en nosotros. No duró mucho. Entre los dos, fuimos narrando lo vivido hasta entonces, y comprobamos lo mucho que habíamos recibido, todo acontecía a una rapidez  que no advertíamos, pero que había calado en nuestro ser.


Hemos conocido a gente encantadora, hemos recibido hospitalidad, generosidad, alegría, confidencias, aliento, admiración,…. El silencio del camino, ha ido tocando aquello que necesitaba removerse.

Notamos aún el cansancio de estas jornadas. Nuestras piernas, espaldas y cuello están protestando aún por la paliza que les hemos dado. Poco a poco iremos retomando nuestra actividad habitual y entonces plasmaré nuestras etapas en esta página.

He tenido una gran sorpresa en esta aventura. Me he encontrado con un antiguo compañero de clase de mi infancia. ¡36 años sin vernos! Supimos reconocernos y hemos compartido estos días de forma muy cercana. El es un experto, ya que lleva 10 años recorriendo estas etapas jacobeas desde que lo hizo con su padre. Quedó enganchado por el camino, y algún verano lo ha dedicado como voluntario hospitalero, así que estaba muy bien asesorado. Me explicó muy bien lo que era el Camino.


Quiero mencionar a Elsa. Una lectora de mi otro blog:” Siete en Familia” (enlace) que conocía por algunos e-mails que me enviaba. Desde que supo que iba a realizar el camino, se puso en contacto conmigo, para alentarme. A nuestra llegada a Pamplona para ir a Roncesvalles, se presentó en la estación para acompañarnos con su coche. Fue un detalle lleno de generosidad, que nos emocionó. Fue la primera persona que nos acogía en el camino. ¡Qué gran familia crean los blogs!

Me hizo reflexionar sobre nuestros abandonos blogueros, sin tener en cuenta a los que nos leen y esperan nuestra aportación.  No somos conscientes de lo que sembramos, y de lo que crece tras esparcir. Me impresionó su testimonio. ¡Gracias Elsa por todo lo recibido!

Pues lo dicho, esperamos unos días, a ver si nos acabamos de reponer, y os cuento nuestra aventura. También hemos quedado enganchados por el Camino.

9/8/12

Dos etapas


Por fin, he podido conseguir un  pc en el albergue. Hasta ahora solo he podido mandar algún mensaje por Facebook.

Estamos ya en Pamplona, hemos recorrido la segunda etapa. Llevamos 42 kilómetros de Camino. Nuestro cuerpo está protestando un poco con el trote que le estamos dando. ¡¡¡ Nos duele todo!!! pero poco a poco lo iremos convenciendo de que vale la pena.

Nos encantó Roncesvalles. Toda la historia allí encerrada. Asistimos a la misa de los peregrinos y fué emocionante. Al final de la Eucaristía, el sacerdote impartió la bendición a todos los peregrinos en numerosos idiomas. Una preciosidad.




La etapa de Roncesvalles a Zubiri (22 kms) durísima, muchas subidas y bajadas que nos dejaban ko. Hoy los 20 kms hasta Pamplona han sido un poco más suaves, pero arrastramos agujetas. Los últimos kilómetros se nos hacen eternos.


Me ha llamado la atención la cantidad de jóvenes que están realizando el camino en solitario. El ambiente es muy cordial.

No sé cuando podré escribir de nuevo. Prometo que al final del Camino, pondré todas las anotaciones de cada etapa. De hecho este blog se creó para este fin.

Un abrazo a todos

5/8/12

En Camino


Mañana si Dios quiere, es el gran día. A las 9,30 cogeremos el tren que nos llevará a Pamplona y desde allí a Roncesvalles, donde iniciamos el Camino. No he hablado de mi acompañante. Se trata de mi hija Alicia. Tiene 16 años .

Cuando presenté la idea en casa, ella no se lo pensó dos veces, y de forma impetuosa, se ofreció a realizarlo conmigo. Más tarde le presentararía el maravilloso plan de madrugones, caminatas, dolores y heridas que adornarían sus vacaciones, creyendo que se lo pensaría mejor, pero " a lo hecho pecho", me dijo.

Hemos entrenado y planeado juntos, nuestra ruta. El resto de la familia  , ha preferido ver la experiencia detrás de las gradas, esperando el resultado final.  Eso sí, nos han prometido su aliento… algo es algo.



Creo que ha llegado el momento de responder a una pregunta, donde yo he sido el primer interesado en conocer la respuesta. ¿Por qué hago el Camino a Santiago? ¿Qué ha sido capaz de empujarme tan fuertemente, a  agotar todas mis vacaciones  en unos días de austeridad y sacrificio?...

Dicen que el Camino se ha convertido  en símbolo y metáfora de la condición cristiana y humana. La salida, llena de ilusión, energía y optimismo. La aridez de algunas etapas, que nos ayuda a reflexionar, sobre los momentos de duda, desaliento y soledad, en la que nos adentramos muchas veces. La llegada,a pesar de los obstáculos, donde uno recibe siempre la gloria, el gozo…

Me gustó mucho, leer La Carta Pastoral de los Obispos del Camino de Santiago en 1988. En un de sus párrafos dice:

Peregrinar a la Tumba del apóstol Santiago es imagen y metáfora de la vida del hombre que, encontrándose con la fe apostólica, anhela la paz y el sosiego después de vagar por el mundo, esperando gozar un día de la felicidad eterna. Hasta entonces vive esa sensación de exilio, constatando la dureza del camino con el peso de la soledad y de la duda, del sufrimiento y del gozo. La espiritualidad del éxodo es la del hombre que lucha por liberarse de toda opresión hasta conseguir la tierra prometida, recordando como dice san Juan de la Cruz, que “para venir a lo que no sabes, has de ir por donde no sabes; para venir a poseer lo que no posees has de ir por donde no posees; para venir a lo que no eres, has de ir por donde no eres”. La parábola del Hijo pródigo es el arquetipo de la peregrinación donde se describe el alejamiento que precede al retorno y a la conversión. También lo es la parábola de la oveja perdida, en la que en su retorno a la casa del Padre Cristo la trae sobre sus hombros. La peregrinación es un caminar guiado por Cristo y encaminado hacia él.



Durante el mes de Julio de 2012 en la Oficina de Peregrinaciones se recibieron 32.820 peregrinos. La motivación que expresaron personalmente los peregrinos fue: Religiosa 13.669 (41,65%),Religiosa-cultural 16.963 (51,68%), sólo cultural 2.188 (6,67%)

¿Cuál es mi motivo? Sin ninguna duda, que lo religioso ocupa el primer lugar de mis planteamientos, la búsqueda del esfuerzo, la reconciliación, la gran "perdonanza", tal y como recoge la tradición jacobea. La oportunidad privilegiada de sentir y de vivir la Iglesia en su variedad, en su pluralidad, en su misma vitalidad y condición peregrina.

San Pablo nos exhorta :deshaceos del hombre viejo, revestíos del nuevo “(cfr Efesios 4, 22-24). Sí, siento esa necesidad de conversión. La rutina se instala muchas veces, cuando uno siente que es mediocre y tibio. Es tiempo de salir de ese homúnculo autosuficiente.

El hombre viejo que siento en mí , hace que todas las dificultades, las vea siempre espinosas, las tentaciones insuperables, el egoísmo instalado, el trabajo estéril, la carne demasiado apetecible y la vida demasiado corta. Muchas traiciones, canjeadas por instantes complacientes.

Es tiempo de volver a casa, es tiempo de caminar hacia el Padre. El hijo pródigo, emprende el camino.

Esta versión moderna  de la parábola del Hijo pródigo, me alienta a  dar mi primer paso.

3/8/12

Mi armario


Como decía en mi post anterior, este blog, pretende ser de ayuda , para todos aquellos que un día decidan emprender el Camino a Santiago, así que en mis últimos días de preparación, antes de la partida, voy a compartir, lo que me llevo.

Aconsejan no cargar la mochila más del 10% de nuestro peso. La mía lleva una carga de 8,5 kg. Las caminatas que he realizado con ella a mis espaldas, me dicen que la llevo bien. Ya veremos el día a día.

Este será mi armario en los 31 días de mi camino.

3 camisetas manga corta
1 pantalón corto y uno largo
3 pares calcetines (sin costura)
2  bóxers de deporte
1 sudadera
1 chubasquero
Sandalias
Chanclas para la ducha
Funda de almohada
Sombrero
Gafas de Sol
Toalla
Bolsa aseo (todo mini)
Protector labios
Protector solar
Botiquin
Libreta para escribir + bolígrafo
Navaja multiusos
Linterna frontal
2 Palos de Trekking
Cantimplora
Documentación
Bañador
Saco de dormir
Cámara de fotos compacta
Móbil
Cargadores
Guia del camino
Vieira Peregrino
Credencial
Piedra para tirar en el Alto del Hierro (Ya lo explicaré)

 Los expertos que yan han realizado el camino, pueden aconsejarme en cuánto a quitar o poner algo. ¡Ojo  que ya llevo 8,5Kgs!

Creyendo que mi mochila estaba completa, descubro en un foro, que un peregrino, aconseja llevar algo imprescindible, la ventaja es que es gratis y no pesa nada de nada, así que lo cargo también en la mía:

Muchísima ilusión
Ganas de compartir y ayudar
Tolerancia con los intolerantes
Deseos de vivir el Camino